¿Se puede NO TENER ninguna nacionalidad?

Una persona apátrida (“sin patria”) es aquella que no tiene una nacionalidad reconocida, es decir, ningún país le reconoce como ciudadano suyo.  

 

Esto significa que no existe vínculo entre esta persona y un Estado. Sin ese vínculo, no surgen los derechos, deberes y obligaciones que todo ciudadano tiene respecto a su Estado/País (Por ejemplo, tener un Pasaporte para poder viajar).

 

¿Por qué?

 

La apatridia puede ocurrir por distintas razones, discriminación contra determinados grupos étnicos o religiosos, por motivos de género; por la aparición de nuevos Estados y las transferencias de territorio entre los Estados existentes; y también por vacíos en las leyes de nacionalidad.

 

Consecuencias

 

Cualquiera que sea la causa, la apatridia tiene graves consecuencias para las personas que la sufren porque la persona sin nacionalidad se mueve en un vacío enorme de derechos, pues aunque la Declaración Universal de Derechos Humanos promueve que toda persona tiene unos derechos esenciales por el hecho de nacer, la completa exigibilidad de los mismos no es posible hasta la nacionalización de la persona que es cuando existe un vínculo entre la persona y el país que permite exigir los derechos a alguien concreto.

 

Soluciones

 

Ahora bien, en España (y también en otros países) existe un procedimiento por el que las personas que se encuentran en esta situación pueden residir legalmente. Tal posibilidad tiene su origen en la adhesión de España al Convenio de Nueva York de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas, el reconocimiento constitucional del derecho de asilo de los apátridas en España. (Art 13.4 CE) y el Real Decreto 865/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de reconocimiento del estatuto de apátrida.

 

Gracias a estas Leyes, se abrió la puerta a regularizar a personas indocumentadas, dotándole de unos derechos y obligaciones similares a las personas solicitantes de asilo.

 

El procedimiento administrativo en España de reconocimiento de ausencia de nacionalidad de una persona extranjera se denomina Cédula de Inscripción.

 

Como el propio término indica, se trata de inscribir a la persona en el Registro Central de Extranjeros para que obtenga derechos y obligaciones respecto al Estado que ha reconocido su status de apátrida.

 

Para ello, es preciso la acreditación de no poder ser documentado por la misión diplomática u oficina consular correspondiente de su país de origen (si existe), así como demostrar la concurrencia de razones excepcionales de índole humanitaria, interés público o, en su caso, el cumplimiento de compromisos de España.

 

 

_{La Terminal - La Vida Espera}

 

A modo de ejemplo, en la película “La Terminal” protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Steven Spielberg, el protagonista se queda atrapado en un aeropuerto porque  durante su vuelo estalla un golpe de estado en su país de origen y su visado y pasaporte no son ya válidos para entrar en el país en el que ha aterrizado ni regresar a su país de origen. El protagonista (apátrida) vive en el limbo durante varias semanas. Aunque se trata de una película, la historia está basada en la vida de Merhan Karimi Nasseri, un iraní que fue desterrado por el Sha iraní por su participación en las protestas contra su régimen.

No obstante, aunque la película muestra una situación singular y temporal, lo cierto es que refleja la vida de unos 10 millones de apátridas que viven actualmente en el mundo.

 

 

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